Extorsión

Desde hace un tiempo me visita, me extorsiona. A ella le gusta presentarse como la Muerte de lo habitual. El trato es siempre el mismo: si le doy algo viejo, a cambio me deja vivir. A decir verdad, hace tiempo que se encuentra la puerta abierta y los bártulos bien empaquetados en sus cajas negras, listos para llevar.

Aquellas veces que me ve dudar, me mira fijamente esperando que aflore la debilidad. Es entonces cuando sonrío y pienso que necesito espacio en casa, más luz, que así no se puede vivir. Y me digo lo que siempre me digo...

Gracias, y hasta la semana que viene.

Y es así como me hice amigo de la muerte...

Sonrío porque, ¿sabes?, los negativos siempre me los guardo para mí.



Ilustración: BlackLove