Cuando llego a lo más alto de la escalera, un enorme cielo azul me ciega durante unos instantes. Entonces el ruido de la gente se convierte en silencio absoluto: el silencio de un segundo alargado. Como cuando llegas a la parte más alta de una montaña rusa esperando la inminente bajada.
Respiro. El sonido regresa a mis oídos. Estoy en una enorme escalera mecánica que baja atravesando las nubes. Veo aviones volar a la altura de mis ojos. Cada elemento de la escena tiene su propia velocidad: gente, maletas cayendo, perros, paraguas, móviles... Hay gente a mi alrededor gritando, que cae precipitándose hacia abajo. Otros, como yo, bajamos en pie, dejándonos llevar por la escalera, sintiendo el viento fresco en la cara.
En unos segundos, mi mente me la juega, como siempre hace en las alturas: me imagino cayendo al vacío. No puedo evitar que el vértigo se apodere de mí y decido agacharme, tocar el suelo de las escaleras con mis manos mientras bajo a cualquiera que sea mi destino.
Música: Radiohead - Jigsaw Falling Into Place