jueves, 21 de agosto de 2008

Pies de agua

Los días que te levantas sin pies son los días en que el mar corre a tu lado. "¿Quieres jugar?", preguntan las revoltosas olas. Puedes ponerte tus pies de plomo y seguir tu camino, o bien puedes calentar el soldador y fundirte las piernas hasta dejar de existir, convertirte en una de ellas. Un suicidio en toda regla. Cobarde.

En lo que respecta al hombrecillo, optó cobardemente por ser un cero contra el caos, unos calzoncillos y unas pantuflas flotando. El fondo está lleno de ilusos y personas luchadoras. Una más, ¿para qué?, pensó...

Si algún día sabes contra qué se empeñan en luchar, posiblemente le gustaría que se lo dijeras.