Y entonces lo veo, arañando el cristal de mi ventana. Lo oigo, rasguñando mi puerta. Me preparo un café caliente mientras noto sus ojos clavados en mí. Si pudiera me arrancaría el corazón de un bocado, me clavaría los dientes en el cuello y llenaría la boca en risas atragantadas de gula y borbotones de placer.
No echan nada en la tele, y en el calor de mi salón cierro los ojos y me quedo dormido. Espero impaciente hasta que, por fin, llaman al timbre y abro la puerta. A ver qué me quieren vender esta vez...
No echan nada en la tele, y en el calor de mi salón cierro los ojos y me quedo dormido. Espero impaciente hasta que, por fin, llaman al timbre y abro la puerta. A ver qué me quieren vender esta vez...
6 comentarios:
A lo mejor no es vender... a lo mejor simplemente vienen al olor del café...
Piensalo ;)
Besosssss
... o quizás sea un cazador que viene a regalarte un estupendo pelaje de lobo cazado recientemente ... a cambio de una taza de café, claro.
Pues a lo mejor... Me muero por abrir la puerta y ver quién es. Lo malo es que a este lobo solo lo puedo cazar en sueños.
lo mismo es la abuela
qué bien lo cuentas
Hola, te invitamos a conocer el Blog del fracaso literario menos resonante de todos los tiempos: Ferrante Kramer, el PERUANO DORADO. Estamos en http://ferrantekramer.blogspot.com/. Esperamos hacerte reír un poco...
Patricio/ AlexB
cuando abras te van a vender un aspirador
:)
besotes
lágrimas de mar
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