Embriagado en ancho mar, brazos abiertos
en mi mundo de bolsillos.
¡Así de grande, o más!
Cuán desnudo y arropado,
claroscuro, oscuroclaro.
Y me encojo, y me lanzo...
Primero azul, y luego blanco.
Y el balanceo... o cosquilleo.
Y uno y dos, y uno y dos.
En mi barco de cristal.
Tengo unos zapatos que me miran
y un paraguas preocupado;
la cafetera hirviendo;
tus ojos clavados.
No hay charcos ni nubes ni sueño.
Anda, dame un beso, que me voy ya.
Me respira y escupe el aire,
Tengo pies en las olas y
latigazos como brazos.
Muere Día Muere Alma.
¡No me cabes en el pecho!
Me arrastras y me llevas,
y me llevas y me arrastras.
Blanco, azul, espuma, espejo.
Tan a gusto que voy
en mi barco de cristal.
Scott Weiland - Lady, your roof brings me down
4 comentarios:
Por favor, dame de eso que te has tomado para poder escribir algo como eso. O para encontrarle algo de coherencia al menos! XD
En verdad he de reconocer que me ha encantado :D
Ehhh! que sí que tiene coherencia... Más de la que crees, aunque algo subliminal jaja. Te prometo que no había drogas, fue fruto de la somnolencia.
Pues bendita somnolencia hija mía!
Me ha gustado mucho :)
Y Scot siempre estará en mis oraciones ;)
Besicos y gracias por firmar en mi blog :)
Besos
puff
Publicar un comentario