Y entonces en algún punto de nuestra vida, decidimos MORIR. Decidimos que ya hemos vivido suficiente y que tenemos tan claros nuestros valores que no podemos apearnos del burro. Nos los autoimponemos. De aquí derivan la falta de respeto hacia quien piensa diferente, el partidismo de los políticos, las sectas, la arrogancia, el desprecio...
No puedo pensar en nada bueno.
A la persona que es fiel a sus principios se la respeta. Pero cuando esta no es capaz de rectificar y se autoimpone creencias y pensamientos, se queda con el respeto de los muertos, el de los borregos.
Art by beforethecoffee
2 comentarios:
Tu asimetría me ha impactado.
Bucearé por tus universos de vez en cuando para que me sorprendan...
Saludos y gracias por la visita!
Cuando eso ocurre, los valores ya no son tales, se transforman en otra cosa, en dogmas.
El humano evoluciona con sus valores.
Besos!
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